Eva Moral se aferra a una segunda oportunidad
La triatleta madrileña sufrió hace 8 meses un accidente con la bicicleta que la dejó en silla de ruedas, pero con tenacidad, vitalidad y alegría vuelve a disfrutar del deporte. De momento, ha sido campeona de España de handbike una semana después de salir del hospital.
Jesús Ortiz García
Estuvo 20 días en la UVI, unas 2 semanas ingresada y después fue trasladada al Hospital de Parapléjicos de Toledo. Allí, desde el primer minuto empezó a manejar la silla de ruedas, a macharse en el gimnasio y a practicar deporte. Tenía claro que no podía perder el tiempo. Eva Moral tuvo que reconstruir su vida cuando un accidente en bicicleta le dejó como secuela una lesión medular. Con tesón, energía y buen humor, esta madrileña lucha para seguir haciendo lo que más le gustaba: el triatlón. De momento, se conforma con la handbike, con la que se acaba de proclamar campeona de España tras 6 meses de rehabilitación.
«No me lo esperaba, llevaba una semana desde que salí del hospital y ha sido una sorpresa para todos. Estoy muy contenta y me motiva para continuar», asegura. No ha podido tener mejor estreno, conquistando el oro en la contrarreloj y en la prueba en ruta del campeonato de ciclismo paralímpico en la categoría H4 (lesión dorsal 9-12). «Mi entrenadora Beatriz Crespo me lo propuso y le dije que sí sin pensármelo. Iba a disfrutar, a vivir algo nuevo y aunque fue duro porque no tenía referencias de mis compañeras ni sabía en qué nivel me encontraba, todo salió perfecto», relata.
Eva, que de pequeña hizo ballet, luego atletismo y desde hace 2 años practicaba triatlón con el club Tri-Val de Valdemoro, volvió a nacer el pasado 29 de septiembre. Durante una ruta cicloturista por la sierra de Madrid, su bici derrapó por culpa de la lluvia y se precipitó por un barranco de 7 metros. «Me golpeé en la espalda y era consciente de la gravedad porque no me sentía las piernas», recuerda.
Desde ese momento su vida cambió y lo afrontó con mucha entereza, aunque también reconoce que ha tenido días de bajón. «Las bicicletas que tenía las regalé porque no quería verlas, pero luego pensé que pude haberme matado en aquella curva y que iba a volver a montar en bici, a nadar y a correr, aunque sea sobre ruedas», subraya. «En 2013 fui a 16 campeonatos por toda España, los fines de semana viajaba y competía, por lo que pensar en el deporte fue lo único que me sirvió para no caer en un agujero», añade.
Un flechazo con la handbike
Cuando el ciclista Gustavo Molina le dejó su handbike en el Hospital de Toledo, esta abogada de 31 años confiesa que lloró al dar su primera vuelta. «Fue un flechazo y eso que pensaba que no me iba a gustar», dice. Cada día trabaja para fortalecer el tronco y los miembros superiores con el objetivo de llegar más preparada a las próximas competiciones. «Tengo que rediseñar mi cuerpo, desarrollar una fuerza en los brazos que antes no tenía. Las pesas ni las miraba cuando iba al gimnasio y ahora me harto de cogerlas», bromea.
Su siguiente reto es participar en la Copa del Mundo de handbike que se disputa el 27 de julio en Segovia. «Voy a entrenar duro para llegar de la mejor forma posible a una prueba donde habrá rivales muy fuertes. El objetivo es coger experiencia y conocer el nivel que tengo respecto a las corredoras internacionales», explica.
Pero su ilusión es volver a disputar un triatlón y ya aventura la fecha de su debut. «Es con lo que más sueño», insiste. «Aunque todavía no tengo silla de atletismo, así que no podemos correr más de lo que lo estoy haciendo. Confío en participar en mi primer triatlón popular en septiembre u octubre», adelanta. Mientras tanto, ha empezado sus primeros entrenos en la piscina: «Con la natación creía que me iba a sentir libre, pero las primeras sensaciones fueron muy malas. Ya estoy cogiendo fondo y nado unos 1.500 metros, algo impensable hace 2 meses, cuando hacía un largo y me ahogaba», dice entre risas.
Estar en unos Juegos Paralímpicos es una de sus metas, aunque prefiere ser cauta. «Cuando la gente empezaba a decirme que me propusiera lo de Río de Janeiro 2016, yo les frenaba porque no sabía vestirme sola, como iba a pensar en ir a los Juegos. No quiero ponerme objetivos inalcanzables para que el golpe no sea tan duro, aunque tengo claro que el próximo año intentaré buscar la clasificación. Pero si no llego a Brasil, seguiré trabajando para estar en Tokyo 2020. Todavía me queda mucha carrera deportiva, así que sin prisas pero sin pausa», recalca.
Tras ganar el campeonato de España espera que algún patrocinador pegue en su puerta para ayudarla a seguir progresando. «Al principio no tenía nada que presentar a las empresas y ahora a ver si cae algo de dinero para comprar una silla de atletismo de segunda mano. Aunque no puedo quejarme, la gente me muestra cada día su apoyo y a veces me avergüenzo porque no sé como darles las gracias», indica.
El mundo del deporte se ha volcado con ella con iniciativas solidarias a favor de su causa, entre los que figura el tricampeón del mundo de triatlón Javier Gómez Noya. «Vino a verme al hospital y ahora estamos en contacto por mensajes. Es muy simpático y tengo muchas ganas de coincidir con él en alguna competición», comenta. Pero los mejores consejos los recibe de deportistas paralímpicos como Rafa Botello, Francesc Sola y Gustavo Molina. «Cuando me enfrento a cualquier duda les llamo para que me las aclaren. Al final, nos úne una misma pasión y la locura por el deporte», finaliza.