Albaladejo: «Siempre pienso en cruzar la meta aunque sea arrastrándome»
El atleta murciano con parálisis cerebral tiene el récord de España en 100, 200 y 400 metros lisos y es subcampeón continental. Su próximo objetivo, mejorar sus marcas y luchar por medallas en el Europeo de Swansea.
Jesús Ortiz García
De los cascos de Lorenzo Albaladejo emanan canciones de Joaquín Sabina que le sirven de aliado en su pugna contra el crono, motivación desde el oído hasta las piernas antes de pisar el tartán. Ya en la pista, esta joya del atletismo exhibe su potencial, ambición y perseverancia para darle alcance a sus sueños. Es recordman español en 100, 200 y 400 metros lisos en la categoría de T38 (parálisis cerebral) y su próximo reto es subir al primer cajón del podio en el Campeonato de Europa.
Su carrera crece a un ritmo vertiginoso ya que hasta hace 6 años se entrenaba como cualquier otro día en la pista del Polideportivo de San Javier (Murcia) con el objetivo de entrar en la Policía Nacional. Aunque no logró ser agente, el tren del atletismo paró en su estación y no lo dejó escapar: «Llegué a este deporte de rebote para preparar unas oposiciones hasta que un día Salvador Romero -su entrenador hasta 2012- me vio y me propuso entrenar con el club de mi pueblo. Fue un giro de 180 grados, ahora se ha convertido en el epicentro de mi vida».
Le exigían hacer marca récord de España para poder ir a los Juegos Paralímpicos de Londres, pero su primera carrera fue algo accidentada. «Estaba lloviendo y nada más salir me caí de boca al tropezar con un charco», relata. Se levantó y en las siguientes pruebas, el atleta murciano logró las mínimas y poco después tomó la alternativa en el Europeo de Holanda colgándose 2 medallas de plata.
De ahí a las Paraolimpiadas de Londres, donde Albaladejo fue el mejor europeo y pulverizó los mejores registros de un español en 100 (11,79 segundos) y 200 metros (23,61 segundos). No alcanzó los metales pero se llevó 2 diplomas y una experiencia inolvidable. «Cumplí un sueño. Que la gente te pare por la calle para pedirte fotos y autógrafos o ver un estadio lleno aplaudirte es impresionante. Pero por encima de todo, aún es más espectacular a nivel humano. Ví a personas que han sufrido auténticas desgracias y que luchan por correr, nadar o hacer cualquier deporte. Ver a gente coger con el pie el cubierto para comer porque no tiene brazos, te hace plantearte si debes quejarte por algo», apunta.
Nuevos retos
En 2013 un problema en la espalda le impidió rendir al máximo en el Mundial de Lyon y, ahora, a las órdenes de Jorge Marín en el CAR de Madrid, afina su puesta a punto para la gran cita de la temporada: el Europeo en Swansea (Gales). «La lesión fue importante y sigue dando problemas aunque de momento me deja entrenar, con lo cual cruzo los dedos para que me siga respetando», asegura.
En las próximas semanas comenzarán las primeras competiciones y mítines para coger la forma antes del campeonato continental. «Voy a dar guerra y a luchar por ser campeón, aunque el nivel es cada vez más alto y hay mucha exigencia, con lo cual las medallas van a estar muy caras. Cuando salgo a la pista a competir me olvido de la discapacidad y siempre pienso en cruzar la meta aunque sea arrastrándome. No puedo hacer nada si hay alguien más rápido que yo, pero eso sí, daré hasta la última gota de mi sangre», añade.
Para este Europeo se ha centrado en la prueba de los 400 metros ya que la de 200 no estará en el calendario de Río de Janeiro. «En los 100 metros participaré cuando la espalda me lo permita ya que es una carrera muy explosiva. En la de 400 tengo más margen de mejora, la adaptación está siendo fantástica y las sensaciones son muy buenas después de las primeras carreras», recalca. Precisamente, en febrero logró el mejor registro nacional en esta disciplina, con un tiempo de 54,32 segundos.
«Me veo en buen estado y sé que rebajaré esas marcas. Los límites son barreras psicológicas que se ponen algunas personas pero para mí no existen. Siempre digo que el día que salga a una pista y piense en que no puedo mejorar, dejo el atletismo», subraya este estudiante de INEF. Aunque su filosofía es la de ir paso a paso, ya piensa en los Juegos Paralímpicos de Brasil: «El primer objetivo es el entrenamiento de cada tarde, pero estaría mintiendo si dijera que no miro de reojo a Río de Janeiro. Para llegar a esa meta hay que estar muy fuerte, nadie nos regala nada».
«No dispongo de becas, mis ingresos los recibo por empresas privadas como Himoinsa, que ha apostado por mí con la que está cayendo en España. Ellos hacen posible que pueda entrenar y competir, porque las ayudas del Gobierno son cero. Pero con ganas y trabajo intentamos que la diferencia abismal con otros países con mayor inversión en sus atletas no se note tanto en competición2, insiste.
La escasez de recursos ha convertido su trayectoria, como la de tantos deportistas, en una carrera de obstáculos, pero no se rinde y con su historia insufla optimismo a los más pequeños en sus visitas a colegios. «La gente ha perdido la ilusión, la ambición y las ganas de luchar. Nos venden que estamos ante la peor crisis del mundo y las personas se han metido en una actitud derrotista. Quejarse y llorar no vale la pena, hay que seguir pase lo que pase. En las charlas les digo que hay que levantarse del suelo, fijarse un sueño y pelear hasta cumplirlo. No hay nada imposible», apostilla.
San Javier, Murcia, 4-5-1990
Atleta paralímpico en la categoría T38. Sufrió una parálisis cerebral a causa de problemas en el nacimiento.
Diploma olímpico en 100 y 200 metros lisos de los Juegos Paralímpicos de Londres 2012
Subcampeón de Europa en 100 y 200 metros lisos en la competición celebrada en Stadskanaal (Holanda) en 2012.
Campeón de España de atletismo adaptado en 100, 200 y 400 metros lisos.
Marcas personales que, a su vez, son récord de España:
100 metros lisos: 11.79 segundos
200 metros lisos: 23.61 segundos
400 metros lisos: 54.32 segundos
www.lorenzoalbaladejo.com